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Las unidades de convivencia, un modelo óptimo

¿Te imaginas a tu familiar viviendo rodeado de pocas personas, en un entorno más acogedor y personalizado, con una habitación privada, pero también con espacios comunes, como si estuviera en su propia casa?

Este es el formato que propone la Associació Saleses con las unidades de convivencia, un modelo que ya se aplica en sus tres centros actuales y que debe constituir la estructura de un nuevo centro, más adaptado a las necesidades del modelo.

El formato de unidades de convivencia permite que una auxiliar geriátrica (gerocultora) preste servicio a un pequeño grupo de personas que conviven juntas. En el caso de Saleses, un máximo de unas 10 personas por unidad. Una realidad mucho más confortable para los residentes, alejada de las cifras que caracterizan a muchos centros, acostumbrados a ofrecer unidades de hasta 30 personas.

«Las unidades de convivencia permiten que los usuarios se sientan más en su propia casa, y combinan la vida más personal y privada, que toda persona necesita en algún momento del día, con la socialización con los compañeros en un gran espacio común», explica la presidenta de Saleses, Teresa Codina.

El centro en cuestión que debe acoger estas unidades de convivencia estaría compuesto por habitaciones dobles e individuales, así como por el mencionado espacio central donde disfrutar de las relaciones sociales y compartir actividades: una cocina abierta, un comedor, sala de estar, terraza… Un modelo que facilita la vida en armonía de los residentes y que Saleses, con ciertas limitaciones de espacio, ya ofrece en sus centros actuales.

«El modelo como tal ya lo hemos implementado en nuestras residencias, pero necesitamos un nuevo centro para poder ubicar a menos personas y desplegar al máximo todos los beneficios que genera este formato», añade Codina. En este sentido, cada usuario tendría un espacio privado donde, incluso, podrían disponer de pertenencias como un sofá, una librería o una pequeña nevera.

Así pues, algunas de las principales ventajas que ofrecen las unidades de convivencia son:

  • Potenciar el modelo de Atención Centrada en la Persona (ACP) que caracteriza a Saleses, velando por la calidad de vida de los usuarios y su vínculo con el entorno.
  • Generar vínculos más estrechos con los compañeros y los trabajadores, llegando a crear relaciones de amistad muy fuertes.
  • Crear un equilibrio entre la vida privada y la vida en común de los usuarios. 
  • Una mejor adaptación a las necesidades de cada usuario por parte de las gerocultoras.
  • Estimular la autonomía de los usuarios sin que esto afecte la atención personalizada prestada por los trabajadores.

En la Associació Saleses estamos plenamente convencidos de los numerosos beneficios que genera este modelo que, por otro lado, es difícil de encontrar en la red de residencias para personas mayores en Catalunya. En este aspecto, también, en Saleses queremos ser un referente.