Los orígenes de Saleses, un gesto pionero de dignidad y cuidado
La Associació Saleses nació de un impulso humano tan poderoso como sencillo: la necesidad de acoger y cuidar. A mediados de los años setenta, Ricard Julià Tonijoan, una persona inquieta, comprometida y profundamente vinculada a su entorno, quedó impactado al saber que algunas personas mayores del barrio habían muerto solas, abandonadas, sin apoyo familiar ni recursos. Era la expresión más cruel de la pobreza vergonzante, de una vulnerabilidad que pasaba desapercibida a ojos de una sociedad aún poco sensibilizada.
Así surgió la semilla de Saleses. Crear un espacio donde las personas mayores, solas y con pocos recursos, pudieran vivir con dignidad, compañía y cuidados. En 1978 se presentó una oportunidad: un piso en la calle Consell de Cent de Barcelona, que había sido una residencia de chicas y que se traspasaba con el mobiliario incluido. Allí se habilitaron 25 plazas, con la ayuda de un grupo de voluntarios que pintó, renovó la cocina y puso en marcha lo que pronto sería mucho más que una residencia: un proyecto de vida compartida.
Sin normativa específica y con una estructura sencilla pero clara, se contrató a una “ama de casa” y a cuidadoras. Más adelante, se amplió la actividad con un espacio de ocio en Passeig de Sant Joan, con el alquiler de un segundo piso. Nació el Club d’Avis Les Saleses, un modelo pionero de atención a personas mayores en el barrio del Eixample, cuando solo existían opciones como “Las Hermanitas de los Pobres” en plaza Tetuán.
La iniciativa se fundó bajo el principio de ser apolítica y aconfesional, aunque se ofrecían espacios de celebración libre como la Misa del Gallo en Navidad. Esta apertura, esta voluntad de servicio sin distinciones, es un reflejo de los valores que todavía hoy impregnan el proyecto.
Con la perspectiva de casi cincuenta años, aquellos primeros pasos adquieren una dimensión enorme. No solo por la atención prestada a decenas de personas en aquel primer piso, sino porque sentaron las bases de un modelo humano y transformador, que colocaba a las personas mayores en el centro mucho antes de que esto se formalizara como concepto. Saleses nació para responder a una urgencia con afecto, y lo hizo desde el corazón del barrio, con la fuerza de la comunidad.
Hoy, aquellos valores fundacionales como la dignidad, el cuidado, la convivencia y el respeto, siguen siendo el motor de un proyecto vivo y referente.